martes, 25 de octubre de 2016





LA CREATIVIDAD TAMBIÉN SE COME
 



     El Guggenheim, en Bilbao, fue el primero en introducir la alta cocina en un museo. Vanguardias y diseño de la mano, por vez primera, con el restaurante Nerúa, donde se practica una cocina enraizada con Euskadi pero totalmente abierta al mundo que visita el edificio diseñado por Frank Gehry y las obras de arte que allí se albergan. Desde entonces, esta tendencia no ha hecho más que ir en aumento.


Sándwich del Restaurante Nubel


En Madrid, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía cuenta en la actualidad con dos fantásticos referentes: Arzábal y NuBel.


    
      El primero, que cuenta con un espacio en el interior del museo y una fantástica terraza, basa su filosofía gastronómica en productos de temporada, alternando recetas ya conocidas de su taberna clásica con nuevas aportaciones y una completa carta de vinos.


Croquetas de boletus. Arzábal



    El NuBel ocupa el amplio espacio bajo la gran cúpula roja del museo. Espacio que, tras varios cambios de gestión hostelera,  parece que, por fin, consigue despegar gracias al nuevo concepto firmado por Muñoz-Calero y sus socios basado en una multioferta que comienza con carta de desayunos y finaliza con cócteles, música nocturna y sesiones de Dj.





     Hay muchos otros. Tanto en Madrid (más o menos conocidos) como en otras ciudades: Barcelona, Bilbao, Valencia, León... De ellos y de los más conocidos fuera de nuestras fronteras, que comenzaron con esta excelente propuesta hace ya bastante tiempo, hablaremos más adelante.

Por ahora... Buen provecho!!




Hortensia Déniz
Sumiller EEC

Texto y fotos: Loreto Loreto

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