miércoles, 25 de noviembre de 2015

UNA CERVEZA Y...

 
        
          En la mayor parte de las ocasiones, cuando hablamos de "maridar" pensamos básicamente en la combinación de un alimento con un vino. Sin embargo, hay otras opciones. 
 
          Y, como ejemplo, nos acercamos hoy al maravilloso y prácticamente inabarcable mundo de las cervezas y a sus posibles "parejas" dentro del universo culinario. Salvando, por supuesto, como siempre las distancias y teniendo claro que, en ambos casos, para lograr el éxito perseguido es imprescindible tener en cuenta sus peculiaridades y características esenciales que (bien por contraste o bien por afinidad) "casarán" de maravilla con el alimento en cuestión.
 
 



          Veamos tan solo unos ejemplos para llevar a la práctica.

  • Frente al vino, las cervezas suaves y ligeras maridan perfectamente con los escabeches (de carne y pescado) y con los platos que lleven tomate en su elaboración.
  • Sirve de contrapunto refrescante al picante, el ajo y el pimentón. Matiza los sabores fuertes de la comida oriental como la soja y el wasabi y acompaña sin estridencias a la mostaza y el popular ketchup.  
  • Elegante con platos de carne y pescado. Con ahumados y marinados también.
  • Espectacular con pescados grasos, cualquier tipo de fritos y embutido, por la sensación de "limpiar" nuestro paladar. 
  • Imprescindible con determinados tipos de queso, según textura y personalidad de cada uno de ellos. 
  • Perfecta para alimentos "difíciles" como las berenjenas y las alcachofas con su temible toque metálico difícil de abordar para un vino. 
  • Como un ingrediente más en nuestra cocina.
  • Con postres.
  • Con chocolate (sobre todo la cerveza negra) y con platos en los que intervenga como ingrediente, por ejemplo en platos de caza (perdiz, codorniz...).
          Hay infinitas posibilidades. Tantas como abarque nuestra propia creatividad.
          Probemos. Juguemos. Inventemos. Y disfrutemos
          Al fin y al cabo, de éso se trata...
 
          Salud!

                                                                                                                                        H. DÉNIZ
                                                                                                                                SUMILLER - EEC.

lunes, 16 de noviembre de 2015

COMO... VINO PARA CHOCOLATE



          Un pedacito de chocolate es todo un placer para nuestros cinco sentidos. 

          Y con unas sencillas normas de cata conseguiremos disfrutarlo mucho más, reforzando todo su potencial si es acompañado de un vino acorde a sus características, una cerveza o algún destilado, por ejemplo, un buen ron.




          La técnica de cata es muy parecida a la que utilizamos para la bebida si bien, en el caso del chocolate, la fase táctil y auditiva resulta mucho más evidente. 

              1.- FASE VISUAL
                 
  •            Color: Puede ir desde un tono canela hasta el marrón oscuro, casi negro, presentándose   en algunos casos ciertas tonalidades rojizas. 
  •            Superficie: Ha de ser brillante y homogénea, sin ningún tipo de rugosidades.  
  •            Posibles defectos: Una apariencia blanquecina o con estrías en la   superficie, que aflore la manteca por un exceso de calentamiento del chocolate (Fat Bloom) o que, por el contario, se haya humedecido y pueda aparecer azúcar recristalizado (Sugar Bloom).
 
           2.- FASE OLFATIVA
 
  •          Olores directos: Son los estímulos de las sustancias volátiles que forman parte de su propia composición, es decir, los característicos del cacao. Junto a ellos, los secundarios (aportados por otros ingredientes) como la leche, frutos secos o la vainilla. Y, por último, los derivados del proceso de elaboración (tostados, caramelizados, etc.).
  •          Aromas retronasales: Los percibimos masticando una pequeña porción de chocolate durante unos segundos sin inspirar, o apretando el producto entre lengua y paladar para, con la boca cerrada y a intervalos cortos, volver a sacar el aire por la nariz estimulando de este modo los receptores olfativos. 
  •            Posibles defectos: Serían todos aquéllos que nos llegan a consecuencia de la humedad, moho, etc. También por un mal transporte de la mercancía, inadecuada conservación, temperatura no deseada, cercanía a lugares y/o productos que la pueden contaminar (el chocolate absorbe fácilmente los olores del entorno) y, por supuesto, fecha de caducidad del producto. 

          3.- FASE TÁCTIL 
  •           En la mano.-  Comprobaremos su ductilidad presionándolo entre el pulgar y el índice, observando la facilidad que tiene para moldearse con el simple calor de nuestros dedos.  El tacto ha de ser también firme, nada pegajoso y con escasa resistencia a la hora de partirlo.
  •           En la boca.- Al triturarlo con los dientes, volveremos a apreciar su sonido crujiente, así como las peculiaridades de textura y fluidez. 
           3.- FASE AUDITIVA
  •           Sonido.- Al partir la tableta, nos debe sorprender favorablemente el denominado "snap", el archiconocido !clac! que suele escucharse, síntoma de la buena estructura cristalina de la manteca del cacao. 
      
        4.- FASE GUSTATIVA

  •         Sabor.- Una vez presionado levemente entre la lengua y el paladar para que coja temperatura, se reparte por toda la boca, comenzando a fundirse rápida, suave y sedosamente. Es el momento de apreciar su dulzura, amargor y acidez residual junto al nivel de astringencia, retrogusto y persistencia en la boca.  En los chocolates con final más largo podremos observar ciertos aromas a notas frutales y florales, balsámicos, especias y frutos secos. 
  •           Posibles defectos: Cualquier tipo de granulosidad y regusto a mohos y quemado entre otros.

          Respecto a la bebida, hemos indicado tan solo alguna de las posibles y excelentes combinaciones. Tanto por similitud entre sus componentes como por todo lo contrario (los opuestos se atraen) un buen chocolate puede maridar a la perfección con un vino adecuado, incluso con determinados blancos con algo de madera, con cervezas de similares características a las del chocolate (una "Maravillas" de Casimiro Mahou, potente y de buen cuerpo ayuda a limpiar el paladar y combina estupendamente con unas galletas de jengibre recubiertas de chocolate) y con determinados destilados como es el caso de ron.  En cualquiera de los casos mencionados, la unión de ambos sirve tanto para reforzar las propias peculiaridades de cada ingrediente como para potenciar y reforzar las del otro.  Igualmente sucede en la cocina, donde su ductilidad a la hora de añadir potencia y protagonismo a platos de carne y caza como a postres está suficientemente demostrada.

        
 
          Jugar, probar y conseguir nuevas y fructíferas fusiones está a nuestro alcance. Junto a una bebida de calidad,  se nos ofrece un amplio abanico de chocolates: Blancos, con leche y negros (en mayor o menor proporción), con escamas de sal, pepitas de cacao, trocitos de cáscara de naranja, pequeños crujientes de fresa ácida liofilizada, con algo de sabor a picante o a menta...
 
          Es tiempo de experimentar.
 
          Manos a la obra y ... !suerte! 
 
 
H. DÉNIZ
SUMILLER EEC.

jueves, 12 de noviembre de 2015

VIVANCO. MUCHO MÁS QUE UNA BODEGA


          El sueño de la familia Vivanco de compartir su pasión por la cultura del vino comienza a materializarse en el año 2.004 con la puesta en marcha de un apasionado proyecto enológico totalmente innovador.  


Vivanco. Bodega - Fundación - Museo
 
                   
          Rafael Vivanco convierte en un reto personal su deseo de "mostrar todas las Riojas que se esconden detrás de la propia Rioja” en un intento de que sus vinos,  a través sobre todo de la variedad autóctona y de su adaptabilidad al terruño, “transmitan la expresión, autenticidad y personalidad de nuestros viñedos”.
     
          Objetivo logrado.  El sueño hecho realidad es mucho más que una bodega. Una Fundación (con Centro de Documentación y Editorial) es la encargada gracias al empeño de Santiago Vivanco de compartir y divulgar todos aquellos conocimientos que, provenientes de otros ámbitos como son el mundo del arte, la educación y, por supuesto, la investigación, se encuentran relacionados con el universo del vino.     
         Pero eso no es todo. Un Museo con un proyecto expositivo a la altura de los mejores, nos ofrece la posibilidad de viajar en el tiempo a otras culturas, a otras civilizaciones en las que, hace ya casi 8.000 años, era evidente la estrecha relación real y simbólica entre el hombre y la vid.  

 
         En él, seis salas, una de ellas exterior ("El Jardín de Baco" en alusión a su colección de más de 200 variedades de uvas) llaman poderosamente la atención, destacando por su riqueza artística la denominada "Arte y símbolo" repleta de joyas arqueológicas junto a  vanguardistas obras de arte y, desde el punto de vista del coleccionismo, la dedicada a los más de 3.000 sacacorchos de todas las tipologías y estilos con la que culmina la visita.
 


          Arquitectónicamente, el conjunto no puede resultar más elegante. Sobrio. Contenido de formas e integrado a la perfección dentro de su entorno natural, se complementa con la panorámica de la localidad que lo vio nacer, presencia constante también a través de las enormes cristaleras que lo circunvalan para lograr, aún en los días nublados, la mayor luminosidad.


Vivanco y Briones (Rioja Alta)
Tradición y Modernidad.



Sala de cata

          Y funcional también, a la par que impactante, su bodega subterránea en la que, al igual que en la elaboración de sus vinos, se lleva a cabo una maravillosa función de ensamblaje entre el pasado (predominio de la línea curva, ritmo a través de la presencia continuada de arcos, elementos sustentantes propios de la Antigüedad)  y materiales de diseño contemporáneos como el acero corten, utilizado frecuentemente por artistas de la talla del escultor Eduardo Chillida por su excelente proceso de oxidación y conservación incluso en condiciones climáticas desfavorables.

Bodega. Vista parcial

          Su construcción bajo tierra fue decisiva para el propósito  de eliminar la menor parte posible de viñedo y minimizar el impacto ambiental que podría suponer respecto al paisaje en el que se integra favoreciendo, además, unas condiciones de temperatura y humedad equilibradas y constantes a lo largo del año que resultan imprescindibles para la buena conservación y crianza de sus vinos en barricas o en tinos de roble francés.   


Sala de fermentación maloláctica
          En cierta manera, estos vinos, modernos y con mucha personalidad, son el reflejo de su modus vivendi. Junto a los jóvenes blancos y rosados (frescos, golosos y afrutados provenientes de viura, malvasía, tempranillo y garnacha) destacan los crianzas (monovarietales de su variedad fundamental, tempranillo), reservas (tempranillo y garnacha) y , sobre todo, la denominada "Colección Vivanco", compleja en su elaboración y  de producción muy limitada de variedades tanto tradicionales como autóctonas y minoritarias de Rioja (Tempranillo, Graciano, Garnacha y Mazuelo) a través de una selección de viñedos situados en terruños privilegiados. Cada uno de estos vinos lleva representada en su etiqueta una pieza original de la colección del Museo, como es el caso de "Le Troubador", del pintor catalán Joan Miró. 

           Y junto a todos ellos, el Club Vivanco Reserva que, con sus notas de cata, nos sirve como reflexión final: Color rojo picota, capa alta. Aromas intensos a frutas rojas y negras. Ligeros toques florales, regaliz, eucalipto y torrefactos. Fresco y vivo en boca. Sabroso. Con paso balsámico y envolvente. Final persistente y elegante...
 
No tendremos más remedio que volver...
 
 
 H. DÉNIZ
SUMILLER - EEC
          
 


 

 


 

domingo, 8 de noviembre de 2015

CÓCTELES CON VINO




CAIPITINTA

50 ml. de vino tinto
30 ml. de brandy
5 ml. de licor de naranja
1/2 naranja en trozos
2 cucharadas de azúcar moreno


MOJITO DE VINO BLANCO

6 hojas de menta
9 uvas
45 ml. de vino blanco
40 ml. de ron
30 ml. de zumo de limón
30 ml. de azúcar líquido
top de Ginger Ale


MADRID SOUR

50 ml. de vino tinto
20 m. de zumo de limón
20 ml. de azúcar blanco
Clara de huevo


Salud!


viernes, 6 de noviembre de 2015

HEREDAD DE URUEÑA - MAGIA EN EL RITZ

           Ayer tuvo lugar en el Hotel Ritz de Madrid la presentación de la Bodega "Heredad de Urueña", de la familia Rodríguez Léon. D. José Luis Rodríguez ejerció como anfitrión, presentando el proyecto familiar como la “historia de una pasión, una pasión por el terruño y los vinos de calidad”
 
 


Heredad de Urueña.- Finca de finales del siglo XVII
 
         
          Y nos convenció. Heredad de Urueña es ya mucho más que un sueño. Es el renacimiento de una bodega y del cultivo de viñas en Tierra de Campos (Castilla y León)  partiendo de su empeño en transformar una alquería castellana y viñedos pertenecientes al siglo XII arrancados por la filoxera en veinticinco hectáreas dedicadas a las variedades Tinta de Toro, Tinta del País, Syrah, Merlot y Cabernet Sauvignon. Morales de Toro (Zamora) y Urueña (Valladolid) acogen sus viñedos, combinándose las técnicas tradicionales con otras más avanzadas a fin de conseguir la acusada personalidad de sus vinos.

        Junto a un delicado Fórum Rosado (2014) pudimos disfrutar de los tintos que componen su bodega. Vinos elegantes y equilibrados. Potentes, limpios y brillantes en fase visual. Complejos y elegantes en nariz, con una excelente integración de tostados. Sedosos en boca, con las notas de fruta madura, balsámicos, toques minerales y ciertas especias propias de sus variedades, destacando también su largo recorrido y el armónico postgusto de todos ellos. 




Moisés, Santo, Toralto y Fórum
 

  
           Fue, además, una presentación exquisita en la que se enraizaron cultura, historia y vino gracias a "Los Músicos de Urueña" y al gran Amancio Prada, cantautor, amigo personal de la familia y gran entusiasta del vino. 

          Queremos expresar nuestro agradecimiento también  a Jorge González y Gemma Vela (Chef y Sumiller, respectivamente del Hotel Ritz) por la excelente armonización con platos salados y dulces de la cultura andalusí, sefardí y cristiana. 
 
          Ya son muchos los galardones conseguidos.
 
          Ahora, tienen un nuevo sueño, un nuevo proyecto: El reconocimiento de la Denominación de Vino de Pago.
 
          Allí estaremos de nuevo junto a ellos para celebrarlo.
 
         H. DÉNIZ.- SUMILLER EEC