jueves, 29 de diciembre de 2016

 
 
CERREMOS LOS OJOS PARA VER
EL COLOR DEL VINO
 
 
 
Pedro Ballesteros. Autor del artículo Los Colores del Vino
Publicación: LOS COLORES DEL VINO

El vino, para nuestro Master of Wine, tiene dos colores: el de la sangre y el del oro. El primero, como símbolo de vínculo y compromiso. Con sabor a eternidad.

El segundo, símil de importancia y poder. Objeto de deseo a través de la historia.   
 
Sin embargo, en su excelente artículo, nos recuerda algo esencial: LA NECESIDAD DE CERRAR LOS OJOS para ver esos colores. Así, con la mirada ingenua de un niño, podremos recorrer todo ese cúmulo de sensaciones, imágenes, líneas, texturas, contraposiciones, perfección, pulcritud, firmeza, ingenuidad o dramatismo que el vino nos puede ofrecer y que él explica en un excelente paralelismo con obras maestras de la pintura.
 
 
 





En el caso de los vinos canarios, nos sugiere seguir el mismo proceso. Cerremos, de nuevo, los ojos para poder disfrutar de su exquisita complejidad. Expresivos grises, azules, verdes, malvas y amarillos reflejados en las casitas colgadas de la montaña o en  los lienzos surrealistas de Óscar Domínguez junto a la poética austeridad que los ha visto nacer, reflejada en la pasión de Cristino Vera por su tierra.
 
Colores de la naturaleza. Vegetación.
 
 

Azul intenso en la mirada de Alfredo Krauss.  Atlántico junto a Mediterráneo confluyendo en la obra de César Manrique. Formas caprichosas que se transforman en arquitectura también blanca y salina. Jameos en el agua. Volcánicos… Tierra, mar, luz.  
 
 
Vinos símbolo, al igual que en la obra de Pepe Dámaso, estilo y estética de la identidad canaria. Canto desesperado de la tierra hacia sus raíces, profundas culturas desaparecidas y el eco de su pasado guanche en la mirada de Manolo Miralles… Material pobre, arena, contrastes. Ocre y tierra. Rojo casi negro de El Hierro.
Vinos como símbolo de una tierra ejemplo de resistencia y esfuerzo. Rumor de arena dibujada hasta convertirse, al igual que en la obra de Martín Chirino, en metáfora, en aire.
 
 
 
Color del agua y de lava que sólo pueden ser canarios, en palabras del propio autor.

 

 
Hortensia Déniz
Sumiller EEC
 
Texto y fotos: Loreto Loreto