F I E S T A S C O N V I N O
LOS CABALLOS DEL VINO
Sobre todo con la llegada estival, se suceden por toda nuestra geografía multitud de celebraciones y fiestas populares. La mayor parte de ellas relacionadas, más o menos directamente, con el mundo del vino. Muchas de ellas declaradas Fiestas de Interés Turístico Nacional.
Entre ellas, LA BATALLA DEL VINO en Haro (Rioja) en la que, tras la misa dos bandos enfrentados se van empapando con vino de la propia localidad hasta quedar literalmente teñidos.
Del mismo modo, LA FIESTA DEL ALBARIÑO, en Cambados, Pontevedra. Una de las fiestas más antiguas dedicadas al vino en la que más de cincuenta bodegas exponen sus productos para un masivo público que acude año tras año.
O, LA PISADA DEL VINO, también en La Rioja (Logroño) en la que dos personas vestidas con el traje regional, descalzos y con los brazos unidos pisan las uvas, y, tras recoger el primer mosto, se lo ofrecen a la patrona de la ciudad.
En esta ocasión, nos quedamos en Murcia. Y no en su FIESTA DE LA VENDIMIA, que tiene lugar en Jumilla durante el mes de agosto, sino en Caravaca de la Cruz dónde a primeros de mayo se celebra una de las fiestas relacionadas con el vino seguramente más emocionante y desconocida:
LOS CABALLOS DEL VINO
Cuenta la leyenda que el Castillo de Caravaca fue sitiado por las tropas musulmanas y los alimentos comenzaron a ser escasos.
Decididos a ir en busca de alimento, las tropas cristianas encontraron vino cerca de Lorca. Y, a su regreso al ahora Santuario, observaron que ya se encontraba cercado por lo que, sorteando la defensa enemiga y ante la imposibilidad de traer otros alimentos, subieron a la carrera lo único que habían podido conseguir: odres de vino cargados a lomos de un caballo para evitar la muerte por inanición de los sitiados.
Las primeras referencias documentales aparecen en el siglo XVII. Desde entonces han ido evolucionando hasta mostrarse en la actualidad como un triple concurso repleto de fuerza, belleza y emoción: el de caballo a pelo, el de enjaezamiento y el de carrera propiamente dicha.