jueves, 4 de mayo de 2017




F I E S T A S     C O N     V I N O 

LOS     CABALLOS     DEL     VINO







 Sobre todo con la llegada estival, se suceden por toda nuestra geografía multitud de celebraciones y fiestas populares. La mayor parte de ellas relacionadas, más o menos directamente, con el mundo del vino. Muchas de ellas declaradas Fiestas de Interés Turístico Nacional.
 
Entre ellas, LA BATALLA DEL VINO en Haro (Rioja) en la que, tras la misa dos bandos enfrentados se van empapando con vino de la propia localidad hasta quedar literalmente teñidos.
 
Del mismo modo, LA FIESTA DEL ALBARIÑO, en Cambados, Pontevedra. Una de las fiestas más antiguas dedicadas al vino en la que más de cincuenta bodegas exponen sus productos para un masivo público que acude año tras año.
 
O, LA PISADA DEL VINO, también en La Rioja (Logroño) en la que dos personas vestidas con el traje regional, descalzos y con los brazos unidos pisan las uvas, y, tras recoger el primer mosto, se lo ofrecen a la patrona de la ciudad.
 
En esta ocasión, nos quedamos en Murcia. Y no en su FIESTA DE LA VENDIMIA, que tiene lugar en Jumilla durante el mes de agosto, sino en Caravaca de la Cruz dónde a primeros de mayo se celebra una de las fiestas relacionadas con el vino seguramente más emocionante y desconocida:
 
LOS CABALLOS DEL VINO





 


Cuenta la leyenda que el Castillo de Caravaca fue sitiado por las tropas musulmanas y los alimentos comenzaron a ser escasos.
 
Decididos a ir en busca de alimento, las tropas cristianas encontraron vino cerca de Lorca. Y, a su regreso al ahora Santuario, observaron que ya se encontraba cercado por lo que, sorteando la defensa enemiga y ante la imposibilidad de traer otros alimentos, subieron a la carrera lo único que habían podido conseguir: odres de vino cargados a lomos de un caballo para evitar la muerte por inanición de los sitiados.
 
Las primeras referencias documentales aparecen en el siglo XVII. Desde entonces han ido evolucionando hasta mostrarse en la actualidad como un triple concurso repleto de fuerza, belleza y emoción: el de caballo a pelo, el de enjaezamiento y el de carrera propiamente dicha.
 
El aspecto diferencial de los caballos del vino es su enjaezamiento, vestidos con piezas bordadas con seda, pedrería y canutillo de oro y plata, elaboradas a mediada para cada caballo.






Una ocasión especial para acercarnos a esta fértil tierra y degustar los vinos de sus tres Denominaciones de Origen unidas, básicamente, por la uva Monastrell

La D.O. Jumilla, con 4 tintos, 2 rosados, 2 claretes, 1 blanco y 1 dulce natural. La D.O. Yecla, que cubre tan solo este municipio y goza de siete tipos de vinos diferentes (3 tintos, 2 claretes, un rosado y un blanco) y la D.O. Bullasque, al igual que Jumilla, comprende varios municipios y tiene en su producción tanto vinos blancos como rosados y tintos.





 
 
Aprovechemos cualquier festividad para conocer los vinos de nuestras Denominaciones de Origen. Cualquier momento es bueno para acercarnos a esta huerta de España y conocer, más a fondo, su gastronomía y, por supuesto, su gran riqueza vinícola, aún desgraciadamente algo desconocida.
 
Mucho por disfrutar. Mucho por conocer.